HOMOMORFISMO
Se sustituyen las palabras que constituyen un párrafo de
sentido lógico, por otras palabras que lo doten de otro sentido. En esta
sustitución, se conservan fielmente las funciones gramaticales: sustantivos,
adjetivos, verbos y adverbios, y los conectivos: preposiciones y artículos. De
esta manera, las funciones gramaticales son solo momentáneos sitios de
hospedaje para las palabras.
Si tomamos una noticia que informe sobre un suceso
cotidiano y reemplazamos las palabras que la compone, la convertiremos en
noticia imaginaria.
Ejemplo:
En
Pichincha con la avenida del Ferrocarril, centro de Medellín, hay una bahía sin
pavimentar que se está llenando de basuras y de escombros por la falta de
atención por la administración municipal. “Va para dos meses que abrieron eso y
no han vuelto a venir”, aseguró un comerciante del sector que ha contado los
días desde que una cuadrilla de trabajadores rompieron el asfalto. Los que a
diario transitan por el sector le piden a la dependencia encargada que se haga
presente en el lugar para culminar con la obra, porque también se están
presentando gestiones vehiculares.
En patines con la novia del alguacil, centro de arlequín,
hay una bestia sin desayunar que se está elevando de locuras y hombros por la
azafata del avión de la inseminación artificial. “Va para dos siameses que
vieron eso y no han vuelto a sufrir”, gritó un elegante del pavor que ha
guardado las hebillas desde que una camarilla de atracadores engulleron el
basalto. Los que a golpes deliran por el verdor le dicen a la elocuencia
desdentada que se vuelva docente en el zaguán para culminar con la ogra, porque
también se están desmayando peatones cordiales.
Nótese la similitud de sonoridad entre las palabras de la
noticia real y las palabras de la noticia imaginaria. Aunque no es una regla,
producir esa semejanza hace gracioso el homomorfismo, que también podemos
aplicar a recetas de cocina, documentos legales, letras de canciones, etc.
¿Qué tal sustituir las palabras de esta canción de Sabina? Parece un poco larga para empezar pero, si contamos las semanas de retraso, esto es una minucia.
A VUELTA DE CORREO
Caballero, en edad de
merecer,
con un pelo de tonto, cuatro canas,
el pasado resuelto y muchas ganas
ya sabe usted de qué.
Informal, ilustrado, manejable,
más amigo de gatas que de perros,
con dos úlceras y una inexplicable
mala salud de hierro.
Solicita, con fines poco serios,
señora aficionada al adulterio o
señorita entre quince y cuarenta,
si no los aparenta.
Las cartas a República Española,
hoy avenida Juan Carlos Primero,
con foto que prefiero
de cuerpo entero y sola,
a vuelta de correo irá la mía,
con traje gris y más chulo que un ocho
porque la tengo, cómo le diría,
más larga que Pinocho.
Se acepan feministas sin pancarta,
cursis enamoradas del amor
o pesimistas hartas de estar hartas
de decirme que no.
Igual me da mujer de mala nota
que especialista en Borges o Lacán
si no vienen tocándome con Juan
Salvador las pelotas.
Dispuesto a todo, incluso a defraudarte,
alérgico al deporte y al reloj.
Con un precoz talento para el arte
de la eyaculación.
Las cartas a calle Melancolía
hoy travesía Álvarez del Manzano
con dos fotografías del último verano,
a vuelta de correo irá la mía
donde, aunque flaco y pálido, destaco
por tenerla más larga todavía
que un lunes sin tabaco.
Anímense monjitas de clausura,
absténganse fanáticas y abstemias,
la pasión con controles de alcoholemia
no me la pone dura.
Podrán buscarse amantes de ocasión,
cuando la decadencia lo aconseje
que traigan referencias y se dejen
ganar al dominó.
A las interesadas aseguro
máxima indiscreción, ninguna prisa,
buena conversación, besos con risas,
y noches sin futuro.
Cartas al bulevar del Malvivir,
antes llamado de los Sueños Rotos,
adjunte un par de foros,
de frente y de perfil,
a vuelta de correo irá la mía,
en pose de poeta parnasiano,
ufano de tenerla todavía,
más larga que Cyrano.
con un pelo de tonto, cuatro canas,
el pasado resuelto y muchas ganas
ya sabe usted de qué.
Informal, ilustrado, manejable,
más amigo de gatas que de perros,
con dos úlceras y una inexplicable
mala salud de hierro.
Solicita, con fines poco serios,
señora aficionada al adulterio o
señorita entre quince y cuarenta,
si no los aparenta.
Las cartas a República Española,
hoy avenida Juan Carlos Primero,
con foto que prefiero
de cuerpo entero y sola,
a vuelta de correo irá la mía,
con traje gris y más chulo que un ocho
porque la tengo, cómo le diría,
más larga que Pinocho.
Se acepan feministas sin pancarta,
cursis enamoradas del amor
o pesimistas hartas de estar hartas
de decirme que no.
Igual me da mujer de mala nota
que especialista en Borges o Lacán
si no vienen tocándome con Juan
Salvador las pelotas.
Dispuesto a todo, incluso a defraudarte,
alérgico al deporte y al reloj.
Con un precoz talento para el arte
de la eyaculación.
Las cartas a calle Melancolía
hoy travesía Álvarez del Manzano
con dos fotografías del último verano,
a vuelta de correo irá la mía
donde, aunque flaco y pálido, destaco
por tenerla más larga todavía
que un lunes sin tabaco.
Anímense monjitas de clausura,
absténganse fanáticas y abstemias,
la pasión con controles de alcoholemia
no me la pone dura.
Podrán buscarse amantes de ocasión,
cuando la decadencia lo aconseje
que traigan referencias y se dejen
ganar al dominó.
A las interesadas aseguro
máxima indiscreción, ninguna prisa,
buena conversación, besos con risas,
y noches sin futuro.
Cartas al bulevar del Malvivir,
antes llamado de los Sueños Rotos,
adjunte un par de foros,
de frente y de perfil,
a vuelta de correo irá la mía,
en pose de poeta parnasiano,
ufano de tenerla todavía,
más larga que Cyrano.