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5/15/2013

14/5/2013 Encadenados a cinco manos



Primero
Por el camino yo me entretengo y voy dejando pistas, supongo que el elefante es bastante grande./ Sin embargo, sus perseguidores, los cíclopes con conjuntivitis no eran capaces de seguir el rastro./ Quizás la nariz del oso hormiguero les sirviera para seguir el rastro del orín de tamaño animal./ La pulga, sí, la pulga que había logrado viajar a lomos de todos ellos, tendría las respuestas a todas mis preguntas: ¿mi mamá me mima?/ La noche siguiente, la luna lo tomó en brazos y lo acunó por la eternidad.

Han rastreado las pistas: Elysa, Fran, Ana, Nico y Jose Luis.

Segundo
Contra las rocas se estrellan mis enojos,/ de las carnes ni hablamos, me duelen más que los sentimientos./ Me dijo ella el día en que se marchó, dejándome el recibo de la luz sin pagar y el lavavajillas estropeado. ¡Maldita poetisa!/ Si tan solo pudiera vender sus poemas como ella lo hacía con sus minifaldas. / No importa, las poetisas que no pagan las arreglo rápido. Con su bonita piel, me hago una libreta nueva.

Las víctimas de tal poetisa han sido: Fran, Ana, Nico, Jose Luis y Elysa.

Tercero
-¿Ke ase? -dijo el niñato a la rubia que esperaba en la parada del 23./
-Krup, tranqui, swo der mun das kan -respondió con el encanto de la sonrisa./
-¡Ande anda!¡so burro, que asín no le se habla a una rubia!/
En realidad y como todos suponemos a estas alturas, la rubia no era tal, sino de bote./
El niñato tiró mano a la entrepierna de la no rubia y le preguntó -¿Asín te gusta más? Cinco deditos para
la rubia, cinco deditos entre tus patas.

Los troncos y las troncas se llaman: Nico, Jose Luis, Elysa, Fran y Ana.

Cuarto
El encadenador que encadene buen encadenador será/, dijo la niña del panadero. Luego se subió la falda y enseñó sus vergüenzas a diestro y siniestro. Yo aplaudí./ Su padre me dio una colleja y el pan, a manera de pago por mis aplausos./ Pero el encadenador sigue sin aparecer y esta niña tan promiscua, en nada y en menos, me viene con un bombo./ Suerte que yo nunca juego a la lotería. Espera, un momento... ¿bombo, bombo?

Lo intentaron encadenar: Ana, Nico, Jose Luis, Elysa y Fran.