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4/24/2013

Encadenado


Con una copa de vino no puedo escribir. Con tres ya me tartamudean las palabras/ y con una cerveza bien fresquita la lengua se traba y digo más tonterías de las habituales, pero no me disculpo: soy así./ El tinto mezclado con tango sabe mejor aunque me hace sentir arrabalera./ Me desabrocho dos botones de la camisa, coloco los pechos en su sitio y entrelazo sus piernas a las suyas./ Y así, de esta guisa me siento la protagonista de la película más erótica del mundo.

Y solo espero que mi padre se haya dormido después de que el fontanero llamase a la puerta y la película subiese de tono.

Cuando terminó la película, y mi mente comenzó a desnublarse, tuve que recoger todas las botellas vacías. "¿Todo esto me lo he bebido yo sola?", pensé.

Victimarios de esta bebienda: Jose Luis, Elena, Isabel, Ana, Ely, Nico y Fran.

4/23/2013

23/04/2013 Encadenados a siete manos



PRIMERO
La copa que pidió, habían vuelto a ponérsela vacía, según él,/ el bebedor más lento del oeste, que cuando iba a dar el trago, se le había evaporado la bebida./ Entonces sacaba la pistola y la emprendía a balazos contra todo lo que se moviera a su alrededor./ Eso es lo que sucedió el día en que la chica más fea del salón se le declaró, liarse a tiros./ Qué error, cómo se le ocurrió emborracharse, ahora la veía doble y no sabía si acertaría al pegarle el tiro./ No hay problema pensó, como era el más rápido dispararía a los dos que veía. / Y aquella tarde, el padre de la chica y la propia fea por fin respiraron cuando él, por fin, dijo, sí.

Los culpables del tiroteo han sido Fran, Jose Luis, Elena, Isa, Ana, Elysa y Nico.

SEGUNDO
Allí estaba tu foto en el álbum. El álbum de la boda, boda que me reconcome el alma./ Equivoqué el candidato, no acerté con los invitados, y al cura le dio un infarto mientras oficiaba./ Fui tonta y no aproveché la oportunidad, tenía que haberme arremangado la falda.../ y de un culazo lo debí empotrar en toda la pared ¡para que aprenda!/ Ahora es tarde y debo cargar con este tragasables que no hace más que engordar y dejarme con más hambre que el perro del ciego./ Arrepentida como estoy, diez años después, continúo al menos siendo la amante del sacerdote,/ el sacerdote que me da las hostias cada mañana en el confesionario, nuestro sacerdote que vela por todas nosotras en sus noches en vela y cirios, encerrado, bien cerrado con llave.

Han oficiado la ceremonia Elena, Isa, Ana, Elysa, Nico, Fran y Jose Luis.

TERCERO
Tiré la piedra, pero no acerté donde intentaba./ El muy cabrón se dio cuenta y la  esquivó saltando hacia atrás./ Tiré otra, ya prevenida, y esta vez la acerté de lleno./ Eso pensé, pero no, le rebotó y me hirió de necesidad. Fue una dulce derrota./ Con el tiempo, y tras muchos intentos, he llegado a ser uno de los mayores coleccionistas de piedras,/ al grado de que varias toneladas suyas respiran sobre mí./ La próxima vez que nazca iré a un curso de lanzamiento de algo y seguro que le acertaré. Si consigo quitarme estas toneladas de encima.

Los lapidadores han sido Isa, Ana, Elysa, Nico, Fran, Jose Luis y Elena.

CUARTO
La mano dorada del esqueleto se movió justo cuando ella le confesó "Te quiero" y los periquitos piaron de felicidad./ Quedó sorprendida más por escuchar a unos periquitos de plástico que por ver una mano esquelética moverse/ entre sus faldas y su sujetador y le destrenzaba el pelo al mismo instante./ Los periquitos piaron de nuevo cuando la mano esquelética se desplazó a lo largo de su cuerpo./ Ella quiso piar también y convertirse e periquito, pero no tuvo ese suerte./ El le había desabrochado el sujetador y los pechos, al caer, sonaron como campanas desafinadas./ No hubo modo de terminar esta historia tan esquelética; los periquitos se hicieron un tambor, con los pellejos de los pechos, y aún siguen tocándolos.

Han piado hasta quedar en los huesos Nico, Fran, Jose Luis, Elena, Isa, Ana y Elysa.

QUINTO
Hoy es el día del libro, dicen, pues bien, vamos a escribir y soñar./ Y cuando estemos en ello, que nadie se escape por los recodos del tiempo y la nostalgia. ¿Verdad?/ Verdad, dijo Néstor El Embustero cuando le permitieron hablar./ Luego se retiró del sitio con la cabeza en la posición que se tiene cuando la dignidad de la verdad ha salido por tus labios./ Pero, ¿no estábamos hablando de libros? De nuevo, se dijo el autor, se le había escapado un personaje./ El más canalla de todos los personajes, que miente hasta cuando sueña, al que la verdad se le quedó atrapada en un libro cerrado./ Lo admito, un libro cerrado y con el precinto sin quitar. ¿Cómo se le ocurrió comprar "La ética estará entre tus páginas" si ella lo que quería era "La métrica está entre tus piernas"?

Los fabuladores de este relato que no se venderá en la feria del libro, de verdad que son: Elysa, Nico, Fran, Jose Luis, Elena, Isa y Ana.

SEXTO 
Hemos leído y no hemos muerto, hemos sobrevivido./ ¡Ah! pero no os voy a contar de qué forma hemos sobrevivido./ Eso formará parte de un libro, un poco extenso, que pienso escribir el día que deje las drogas./ Yo espero que el día que las dejes, me digas dónde/ para ir a recogerlas a puntadepala y montarme el negocio de mi vida,/ que no será vendiendo libros, claro, porque hay que joderse que nadie compra uno. Me convertiré en droguero, y la droguería será la tapadera perfecta./ La pondré en el dutti-free del aeropuerto de Castellón y así, seguro, que me forro.

Los que vuelan con las "líneas" del aeropuerto son Ana, Elysa, Nico, Fran, Jose Luis, Elena, Isa.





4/11/2013

Textos de ayer....

LOS VIAJES DE LA FELICIDAD
Sabes que te amo desde siempre, desde la noche que te vendí el billete solo de ida. Y hoy casi grito, al pedirme el de vuelta.

No sé cuándo volveré a mi ciudad. Lo haré, aunque solo sea para dar satisfacción a tu necesidad de siempre partir.


ENCADENADO:

—Ya te quiero ver sin escribir sin un adjetivo de los que califican. Te quedaste sin palabras. No te digo cómo porque me tildarás de locura, de la que permanece en la eternidad.

Me quieres ver, pero no lo conseguirás, aunque me amenaces con perseguirme el resta de la eternidad. Te daré un rápido, tenaz, dulce y tajante esquinazo. Y si no, un certero puñetazo en tu fea cara que te deje tan noqueado que hasta las ideas se escapen de tu maltratador cerebro.
 
¿De qué estáis hablando? Pirado del demonio. Tira para dentro para que el Doctor pueda realizarte la lobotomía.
¡Amén...!

Autores del encadenado: José Luis, Ana, Elysa e Nicolás.

4/10/2013

La espera


Dibujo de Pablo Gallo
Pone todo su empeño en conseguir un final placentero. Comienza con pequeños besos en el lóbulo de la oreja. Juguetea con los labios; un mordisquito por aquí, un mordisquito por allí. Sus manos le acarician los pechos y un leve suspiro parece que se escapa de su boca. Recorre con la lengua su vientre hasta llegar a la suave pelusilla que protege el auténtico objetivo. Otro suspiro se repite. Lame con cuidado el pequeño botón, separa sus muslos y lo lame más intensamente. Tanto que, por fin, llega el orgasmo tan esperado mientras, ella, lo transforma en un grito enloquecido de placer.


No es exactamente lo que nos pedía Nico, un relato sobre la espera, pero, tras una conversación sobre relatos eróticos, ¿qué queréis? Durante esos escasos cinco minutos, solo pude pensar en la, tan esperada, eclosión de la primavera. :)

9/4/20013 Encadenado a cuatro manos


La coca-cola desbordaba por la lata y el líquido se mezclaba con los restos de sangre que había en el suelo.Formaban una película que reflejaba los últimos instantes de aquella pareja fatal. Michael Douglas estaba tan atractivo en su papel, que su mujer no reparó en el magreo que me dedicaba mi vecina de butaca. ¡¡Humm!! Le respondí, como debía, aunque aún me pregunto cómo es que una mujer de su belleza pueda tener tal paquete entre las piernas.


A falta de la presencia de Mª Ángeles, Elena, Francesc, y la precipitada partida de Isa y Fran, Ana, Ely, Nico y Jose Luis fuimos los eslabones de este encadenado.