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4/24/2013

Encadenado


Con una copa de vino no puedo escribir. Con tres ya me tartamudean las palabras/ y con una cerveza bien fresquita la lengua se traba y digo más tonterías de las habituales, pero no me disculpo: soy así./ El tinto mezclado con tango sabe mejor aunque me hace sentir arrabalera./ Me desabrocho dos botones de la camisa, coloco los pechos en su sitio y entrelazo sus piernas a las suyas./ Y así, de esta guisa me siento la protagonista de la película más erótica del mundo.

Y solo espero que mi padre se haya dormido después de que el fontanero llamase a la puerta y la película subiese de tono.

Cuando terminó la película, y mi mente comenzó a desnublarse, tuve que recoger todas las botellas vacías. "¿Todo esto me lo he bebido yo sola?", pensé.

Victimarios de esta bebienda: Jose Luis, Elena, Isabel, Ana, Ely, Nico y Fran.

1 comentario:

Unknown dijo...

Es que el alcohol para muchos es el mejor vehículo para mandar a paseo a la timidez porque nos da ese punto canalla que en estado normal serían incapaces de protagonizar.
Encadenada me he quedado a la entrada y la voy a leer otra vez.
Besos sobrios.