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4/10/2013

La espera


Dibujo de Pablo Gallo
Pone todo su empeño en conseguir un final placentero. Comienza con pequeños besos en el lóbulo de la oreja. Juguetea con los labios; un mordisquito por aquí, un mordisquito por allí. Sus manos le acarician los pechos y un leve suspiro parece que se escapa de su boca. Recorre con la lengua su vientre hasta llegar a la suave pelusilla que protege el auténtico objetivo. Otro suspiro se repite. Lame con cuidado el pequeño botón, separa sus muslos y lo lame más intensamente. Tanto que, por fin, llega el orgasmo tan esperado mientras, ella, lo transforma en un grito enloquecido de placer.


No es exactamente lo que nos pedía Nico, un relato sobre la espera, pero, tras una conversación sobre relatos eróticos, ¿qué queréis? Durante esos escasos cinco minutos, solo pude pensar en la, tan esperada, eclosión de la primavera. :)

1 comentario:

Unknown dijo...

Pues amí me gusta tal cual, no lo toques, la espontaneidad no hay que tocarla una vez haya eclosionado.Y ´no se me ocurre cosa más placentera para una espera que un orgasmo, seguro que el tiempo se te pasa volando.
Besos eróticos.