Me picaba la nariz, mucho, un picor horrible. Hacía frío. Intenté caminar pero me habían crecido los pies. Apareció un pingüino, me dijo: ¡Papi, papi, papi¡
Yo eché a correr y me caí de bruces en el hielo. Al fondo vi un circo, me dijeron, corre, corre que llegas tarde. Y allí estaba el cabrón del mago de mi sueños de todas las noches para convertirme de nuevo en conejo.
Y este despropósito, el relato que salió de los deberes para casa.
La letra en cursiva es un anuncio de la tele.
No sé qué voy a hacer
con todas estas manchas.
Cuando veo estos anuncios, me dan ganas de denunciarlos.
Aunque, pensándolo mejor, me gustaría verlos en esta casa.
No te preocupes, con
Quitalín Manchas oxiaction blanqueante con azulete explosivo, verás cómo
desaparece.
¡qué graciosa la tía¡ Ya me gustaría ver lo que harían estas
tipejas con las camisas que me trae el Manolo, con estas manchas de aceite.
Parece que limpie el coche con los puños, el muy cabrón.
¡oh¡ si no lo veo no
lo creo.
¡oh¡ ¡oh¡ ¡oh¡ mírala que mona, si no lo veo no lo creo.
Estas van todas por casa como si se fueran a una fiesta. No sale ninguna con
delantal, como yo, o como la Paqui, que esa también tiene tralla, con el
Antonio. Al menos mi Manolo no tiene la mano tan larga. ¡Qué desgracia¡
Quitalín Manchas
oxiaction blanqueante con azulete explosivo me ha salvado la vida. Mira ha
quedado perfecto el vestidito de mi hija.
A ti te iba a salvar yo la vida, imbécil. Quisiera verte yo
aquí, lavando a mano las camisas y los pantalones del Manolo, con el azulete
explosivo ese. ¡Azulete explosivo! Ya no saben que inventar para tomarnos el
pelo y que tengamos los armarios llenos de tonerías. ¡Tontalaba! Y de
peluquería que va la tía, como yo, con estos pelos, que no me da el sueldo ni
para el tinte. Y seguro que tiene una chica que le va toda la semana a limpiar.
Así podremos ir a la
fiesta. ¡Gracias Quitalín Manchas¡
Lo dicho. Es para denunciarlos. Voy a poner los garbanzos a
remojo
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